“Si fuera inteligente, Cristina Fernández de Kirchner puede encontrar un gran candidato presidencial que parezca independiente de su criterio. Esta independencia que muestra Axel Kicillof lo hace aparecer muy diferente a Daniel Scioli y a Alberto Fernández”, le dijo a nuestra redacción un peronista que, relajado, ve como las fuerzas políticas de las que participó mucho más activamente en un momento ahora parecen explotar.
Si bien no está retirado, ni mucho menos, le busca una explicación lógica para algo que puede ser increíble. Que Axel Kicillof se “destete” de Cristina y empiece a construir un camino propio. “No me como lo de la pelea. Cada uno está acumulando para luego unificar las fuerzas. Saben que si siguen juntos algunos se les puede escapar”, razonó.
“Vos estás pensando como si el kirchnerismo, y fundamentalmente Cristina, se distinguiera por la sutileza y la estrategia. Lo que vos decís sería lo más lógico, pero me parece que la dinámica de la discusión interna tomó una vida propia que ninguno puede manejar”, le respondió nuestro equipo de redacción “Eso también es cierto”, retrucó el exintendente del oeste del Gran Buenos Aires que conoce a todos los actores en pugna.
La posibilidad de que la madre y el hijo político bifurquen sus caminos es una posibilidad concreta. Los enojos de ella y el haber visto cómo actuó con su antecesor Daniel Scioli y luego con Alberto Fernández lo hace poner sobre aviso al gobernador. Inclusive él fue quien tensionaba con Scioli cuando pretendía emanciparse del kirchnerismo. Uno era ministro de Economía y el otro ocupaba su lugar en la Casa de Gobierno platense.
La expresidenta autorizó a los apoderados de su lista, Primero la Patria, que habiliten la competencia contra la lista encabezada por Ricardo Quintela, Federales Un Grito de Corazón, luego de una larga jornada en la que hubo muchas hipótesis en el análisis. La verdad decía que la lista opositora no reunía todos los aspectos legales necesarios pero, finalmente, esas inconsistencias, absolutamente formales, quedaron desechadas. El deseo de los seguidores de la ex presidenta de demostrar con una “victoria aplastante” quien conduce el peronismo chocaban contra otras variantes preocupaban al entorno de la principal sostén de La Cámpora de Máximo Kirchner.