El Ministerio de Seguridad de la Nación aprobó el nuevo Protocolo Unificado para el Reconocimiento y Comparación Facial con el objetivo de estandarizar el uso de esta tecnología en prácticas de las fuerzas de seguridad. El mismo será de aplicación obligatoria para las fuerzas policiales y de seguridad federales dependientes de la cartera dirigida por Patricia Bullrich.
En detalle, el Gobierno hizo oficial la medida a través de la Resolución 1234/2024 publicada en el Boletín Oficial. El protocolo y sus anexos fueron declarados de carácter reservado, lo cual generó algunas dudas en torno a la transparencia de su implementación en referencia a cuestiones de privacidad y protección de los derechos civiles.
El nuevo protocolo unificado de “reconocimiento y taxonomía facial”
En sus considerandos, el Gobierno detalló que el protocolo “forma parte del plan integral del Ministerio de Seguridad que consiste en la armonización de este tipo de documentos, a fin de implementar medidas tendientes a unificar criterios y estandarizar acciones para optimizar, garantizar y agilizar los procedimientos”. El documento será de aplicación obligatoria para las fuerzas de seguridad.
“El presente Protocolo conjuga de manera sinérgica los saberes de las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales sobre cómo deben proceder frente a los estudios de reconocimiento y comparación facial, brindando lineamientos e indicaciones precisas en relación con la vasta gama de posibilidades que ofrece el análisis forense facial detallando qué hacer, cuándo y cómo actuar”, detallaron desde la cartera dirigida por Bullrich sobre el protocolo unificado
El documento sobre las practicas de reconocimiento y taxonomía facial esta basado en estándares internacionales, tales como el “Best Practice Manual for Facial Image Comparison” de la Red Europea de Institutos de Ciencias Forenses (ENFSI por sus siglas en inglés). Este tipo de guías buscan delimitar como deben llevarse a cabo las comparaciones de imágenes faciales de manera técnica y precisa, con el objetivo de garantizar que la práctica sea fiable y esté libre de sesgos o errores humanos.
También se hace referencia a otros documentos, como la del Grupo de Trabajo Científico de Identificación Facial (FISWG por sus siglas en inglés), el cual define taxonomías y características morfológicas que deben ser analizadas en cada caso. La idea es que las Fuerzas de Seguridad cuenten con herramientas basadas en evidencia para asegurar una identificación correcta. Según explican este tipo de organismos, la estandarización ayuda a minimizar posibles errores y a incrementar la precisión en las investigaciones criminales.
Las prácticas detalladas en el documento deberán ser implementadas por Gendarmería Nacional, Prefectura Naval Argentina, Policía de Seguridad Aeroportuaria y Policía Federal. Uno de los objetivos del Gobierno con esta estandarización es evitar que existan diferencias en la manera de proceder entre diferentes organismos.
Para el desarrollo de este protocolo, se implementó una metodología de trabajo colaborativa entre la Dirección Nacional y las Fuerzas Policiales y de Seguridad Federales. Según detallaron, esta colaboración tiene como fin integrar los conocimientos y la experiencia de diferentes organismos, lo cual contribuye a la creación de un protocolo más robusto y efectivo.
Si bien el reconocimiento facial puede ser una herramienta poderosa para combatir el delito, las críticas sobre este tipo de tecnologías no tardaron en llegar tras la definición del oficialismo. La implementación de estas nuevas herramientas pone en el centro del debate preocupaciones respecto a la privacidad y los derechos humanos.
En este sentido, el protocolo y sus anexos fueron declarados de carácter reservado, lo cual ha generado algunas dudas en torno a la transparencia de su implementación. Debido a esta decisión y la imposibilidad de acceso a los detalles, la supervisión independiente y el acceso público sobre cómo y cuándo se aplicará la tecnología podrían dificultarse.
La privacidad es una preocupación central porque la tecnología de reconocimiento facial demostró tener fallos en el pasado. Diversos estudios internacionales destacaron que estas herramientas pueden tener sesgos, especialmente al reconocer rostros de personas pertenecientes a grupos minoritarios. En un contexto donde la protección de los derechos individuales es fundamental, la correcta aplicación de la tecnología debe ser garantizada para evitar errores que podrían llevar a consecuencias injustas.
Por último, otro punto interesante de la resolución es la invitación a las jurisdicciones provinciales y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para adherir al protocolo. De esta manera, la adopción de este tipo de prácticas dependerá de la voluntad política de cada jurisdicción.
Qué es el reconocimiento facial
El reconocimiento facial es una tecnología que permite identificar o verificar la identidad de una persona a partir de una imagen de su rostro. La misma se utiliza en un numerosas aplicaciones y situaciones en la actualidad y puede ser una herramienta muy útil para las fuerzas de seguridad porque facilita la identificación de sospechosos en investigaciones criminales o ayudar a encontrar personas desaparecidas.
En esta línea, el Gerente de Sistemas de River Plate, Patricio Corradi, reveló recientemente, en el marco del evento Olé Sports Summit, que el club busca aplicar este tipo de tecnología en los ingresos al Estadio. Con la Resolución 1234/2024, el Ministerio de Seguridad de Argentina pone en bajo el foco la confección de un protocolo unificado para la aplicación efectiva de este tipo de herramientas.