Al Impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS) le quedan un par de semanas de vida y habrá pasado por la historia como uno de los pocos que fue creado de manera temporaria que, tras cumplir su función, expira sin que al gobierno de turno de le ocurra renovarlo.
Entre otros impuestos “transitorios” que se establecieron está el gravamen a los créditos y débitos bancarios (también conocido como Impuesto al Cheque), creado a instancias de Domingo Cavallo en medio de la crisis de la Convertibilidad. Es tentación de todo gobierno tratar de quedarse con recursos, que son de fácil e inmediata recaudación.
Otro impuesto transitorio fue el Aporte Solidario y Extraordinario, creado en el marco de la pandemia, en 2020, que, tras ser abonado una vez, no se reiteró.
Viene el fin del Impuesto PAIS
En el caso de Javier Milei, dejará que fallezca de “muerte natural” el próximo 23 de diciembre el Impuesto PAIS, día en el que se cumplirán cinco años desde su entrada en vigencia. La ley de Emergencia que promulgó el ex presidente Alberto Fernández, incluía la creación de este impuesto cuyo destino era evitar una devaluación.
En vez de aplicar una corrección nominal del tipo de cambio, el gobierno de Fernández decidió aplicar un tributo que encareciera, sobre todo, los dólares para atesoramiento, el turismo y el pago de servicios al exterior, que suelen ser la principal fuente de pérdida de dólares.
Luego, extendieron la aplicación del gravamen a toda venta de dólares que se haga para lo que sea. Es decir, extendieron el tributo a todas las importaciones con el claro objetivo de frenar las compras al exterior lo máximo posible y generar un efecto “devaluación” pero sin tocar el tipo de cambio nominal.
Cuánto recaudó el Impuesto PAIS
Según señala en un informe el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), el impuesto habrá pasado por la historia y dejará una recaudación equivalente a $17,3 billones. El mismo fue un componente esencial en 2024 para que el ministro de Economía, Luis Caputo, pudiera alcanzar el objetivo de tener superávit fiscal primario y financiero. Para ello, a la brutal devaluación del pesos de inicio del Gobierno le agregó que la alícuota pasará del 7,5% al 17,5%. Luego presentó como una “rebaja de impuestos”, lo que fue la vuelta a la alícuota general.
“Muere el impuesto PAIS, aportando u$s17.300 millones durante sus 5 años de vida. El gran desafío fiscal de sustituir su recaudación en 2025”, señala el un informe el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
El trabajo señala que, “de cumplirse la pauta presupuestaria, el impuesto PAIS va a terminar su vida el día 22 de diciembre habiendo aportado una recaudación total acumulada de 3,05% del PBI”, y advierte que “uno de los grandes desafíos fiscales de 2025 será la sustitución de esta importante recaudación no coparticipable, ya planteada en el proyecto de ley del Presupuesto 2025”.
En el proyecto de ley, que no se sabe a ciencia cierta todavía si va a ser tratado por el Congreso, no existe un pedido de renovación para el impuesto a la venta de dólares, por lo que el Gobierno va a tener que buscar reemplazarlo de otro modo. Según indica la consultora privada, este año aportó el 1,1% del PBI en recursos. En 2020, que fue el primer año de su aplicación, dejó 0,5% del PBI; en 2021, 0,24%; 2022, 0,42% y en 2023, 0,80% del PBI.
Apurando el pago de importaciones para no caer en falta
Un elemento a tener en cuenta es que, este año, el Gobierno tuvo que apurar el pago de importaciones para evitar caer en un incumplimiento legal. El impuesto país de las importaciones se paga casi totalmente por adelantado, por el 95%. El 5 % restante se paga cuando la empresa compra los dólares para pagar.
Este año, el Gobierno bajó de un esquema de cuatro pagos de 25% cada uno, a uno de dos de 50% y, finalmente, a uno del 100% a 30 días. El problema es que había operaciones declaradas que ya abonaron el 95% del tributo que vencen después del 23 de diciembre a las que no les hubiera correspondido pagarlo por adelantado, ya que no se puede cobrar anticipos de un impuesto que no existirá en el momento en que se perfeccione el hecho imponible (la compra de los dólares).
Es por ello que, desde el Gobierno, se fue desarmando rápidamente el esquema de pago en cuotas de las importaciones para que todas las operaciones previas al 23 de noviembre queden abonadas antes de que finalice el impuesto. De no haberlo hecho, hubiera tenido que devolver dinero. De acuerdo con estimaciones del ex titular de la Aduana, Guillermo Michell, el Gobierno logró así ingresar unos $500.000 millones al fisco.