A poco más de una semana de la detención del gendarme Nahuel Agustín Gallo en Venezuela, el Gobierno se muestra intransigente y rechaza cualquier posibilidad de negociación directa con el régimen de Nicolás Maduro, a quien acusan de querer “usar la vida del argentino” para forzar el reconocimiento del país a su cuestionada reelección. A su vez, desde Casa Rosada apuntan contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner: “Es amiga de Maduro, ¿no debería estar pidiendo la liberación?”.
En los pasillos de Balcarce 50 entienden que el régimen bolivariano secuestró al gendarme para usarlo como una herramienta de negociación. Sin embargo, la postura es tajante: “Todo lo que proponga Venezuela para canjear la vida de un argentino es inaceptable. ¿Vamos a reconocer el gobierno ilegítimo de Maduro a cambio del ciudadano argentino? No es una opción negociar con un criminal”.
En ese marco, fuentes del Gobierno reclamaron la aparición del kirchnerismo y los organismos internacionales “que hicieron la vista gorda durante 20 años y permitieron esto”. “Tendrán que hacerse cargo”, agregan. Bajo esa línea, la Casa de Gobierno hizo hincapié sobre la relación de Fernández de Kirchner con Maduro y enfatizaron: “Como acto humanitario debería pedir la liberación, es la presidenta del principal partido opositor”.
A la negativa de interceder se suma la “desesperanza” de que los organismos internacionales como la ONU o la Organización de Estados Americanos (OEA) puedan generar avances, aunque reconocieron que “hay canales abiertos”. Además, señalaron que Colombia podría ser la opción más viable para hacer de intermediario. El Gobierno de Gustavo Petro aparece como una opción por encima de Brasil, debido a los últimos roces entre Lula da Silva y Maduro.
Por parte del Gobierno argentino, quienes están encima del tema son la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el canciller Gerardo Werthein. Este último rechazó esta mañana las acusaciones del ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello, sobre que Nahuel Gallo hubiera cruzado la frontera para “cumplir con una misión”.
En ese marco, el Ejecutivo instó a los argentinos a que no visiten Venezuela, tal como explicitó el vocero Manuel Adorni en conferencia de prensa. “Es irracional que uno se vaya a meter en una dictadura que le ha hecho un daño horrible al pueblo venezolano. Uno no debe acercarse a esas dictaduras”, subrayó. “Hoy con un documento argentino no podés ir”, agregaron desde la Casa de Gobierno.
Mientras tanto, Gallo lleva 9 días detenido en un paradero incierto luego de que cruzara a Venezuela desde Colombia por el Puente Internacional Francisco de Paula Santander en Táchira. Su objetivo era visitar a su pareja venezolana, María Gómez, y a su hijo de 2 años, quienes habían viajado anteriormente para cuidar de la madre enferma de la mujer.