La Unión Industrial Argentina (UIA) acaba de lanzar un “Decálogo de Propuestas para el Desarrollo de la Argentina” con motivo del Día de la Industria.
El documento, que tiene un preámbulo y 10 puntos, llama a todos los sectores a apoyar la “estabilidad macroeconómica”, respetar las instituciones y fomentar el diálogo público-privado.
Curiosamente, el documento no menciona explícitamente la defensa del superávit fiscal, algo que el presidente Javier Milei siempre recalca, incluso queriendo prohibir los presupuestos deficitarios por ley. Aquí te los resumimos:
Preámbulo
“Estamos convencidos de que Argentina tiene una vocación industrial profunda y que la industria debe ser la protagonista para crecer y desarrollarnos de forma sostenible. Por eso, es clave reforzar una agenda industrial renovada y federal, que se enfoque en generar valor, empleo de calidad, integrar el territorio, mejorar la competitividad y abrirnos al mundo.
Las uniones industriales de cada región y las organizaciones sectoriales que formamos la UIA firmamos este Nuevo Contrato Productivo. Es un compromiso de todos para coordinar esfuerzos, alinear estrategias y trabajar juntos en una agenda compartida que nos permita tener un sector industrial competitivo, eficiente y totalmente integrado al mundo.
Para lograrlo, no basta con políticas internas: necesitamos una inserción internacional inteligente, junto con una reforma tributaria que impulse la competitividad. Esto debe incentivar la producción, la exportación y el valor agregado, asegurar el acceso a mercados clave y permitir que compitamos en igualdad de condiciones a nivel global. Al mismo tiempo, consolidar un mercado interno fuerte –basado en la formalización de la economía y la protección contra prácticas desleales como el dumping y la informalidad– es fundamental para un crecimiento económico sostenido.
Este Nuevo Contrato es un respaldo institucional a la UIA como entidad de articulación y representación nacional, y reafirma nuestro compromiso de trabajar con todos –Estado, empresarios, trabajadores, sistema educativo y tecnológico– para fortalecer y rediseñar el sector productivo como motor del progreso argentino. Con este decálogo, definimos las prioridades de trabajo para alcanzar este objetivo común. Sabemos que el camino llevará tiempo, constancia y cooperación, pero los objetivos están claros y el rumbo, trazado.”
Institucionalidad y relación público-privada
“Para que la producción crezca, necesitamos un marco institucional sólido, con seguridad jurídica, respeto por los contratos y un gran compromiso con la democracia, la división de poderes y las instituciones. Es fundamental que haya un diálogo fluido entre el Estado y el sector privado, que nos permita diseñar y mantener políticas industriales a largo plazo, basadas en la confianza mutua y la previsibilidad.”
Orden macroeconómico
“La estabilidad macroeconómica, una inflación baja, las cuentas públicas y externas en orden, la transparencia del Estado y su eficiencia son clave para generar confianza, atraer inversiones y crear un ambiente favorable para el desarrollo industrial y el bienestar social.”
Competitividad sistémica
“La industria argentina compite todos los días en calidad y precio con productos de otros países. Por eso, es indispensable emparejar las condiciones y eliminar la informalidad para reducir la competencia desleal. El compromiso con la competitividad sistémica debe abordar de forma integral el famoso “costo argentino estructural”, que incluye cosas como impuestos distorsivos y muy altos, infraestructura deficiente, financiamiento escaso y caro, sobrecostos logísticos, regulaciones complicadas y falta de formación de capital humano, entre otros. Argentina tiene la oportunidad de consolidar su desarrollo industrial y fortalecer la competitividad económica invirtiendo estratégicamente en energía y su infraestructura.”
Exportación e inserción internacional
“Abrirnos al mundo debe ser una herramienta para el desarrollo, para atraer inversiones y para generar empleo y divisas. Necesitamos fortalecer el Mercosur y firmar acuerdos comerciales estratégicos con mercados clave que abran oportunidades para nuestras exportaciones. También es esencial eliminar impuestos distorsivos a las exportaciones, devolver tributos internos y asegurar condiciones de competencia justas frente a otros países. La política comercial debe estar al servicio de la producción, con esquemas ágiles y reglas claras que eviten problemas.”
Desarrollo federal, equilibrado e integrado
“La industrialización tiene que ser un proyecto para todo el país. Ninguna región o sector puede crecer de forma aislada. El futuro exige una visión integradora que fortalezca las cadenas de valor y las economías regionales. Se necesitan políticas públicas que potencien lo que cada región puede producir y que reduzcan las diferencias que existen hoy.”
Modernización laboral
“Es fundamental adaptar la legislación laboral a los desafíos del siglo XXI, reducir los juicios, disminuir las cargas que no son salario, promover la formalización y favorecer que las empresas sean más productivas, todo esto respetando los derechos de los trabajadores.”
Financiamiento productivo
“La inversión industrial necesita acceso a créditos de largo plazo. Es crucial contar con herramientas financieras accesibles para las empresas industriales en general y, sobre todo, para las PyMEs, que les permitan seguir procesos de transformación productiva, modernización tecnológica y generación de empleo.”
Inversión en infraestructura y logística
“Mejorar la conectividad física es clave para ser competitivos. Necesitamos obras estratégicas que bajen los costos logísticos, integren territorios y faciliten el acceso a mercados internos y externos. También es fundamental fortalecer los servicios públicos esenciales que impactan en el desarrollo territorial y social.”
Compromiso con la ética y la sustentabilidad
“Promovemos una industria responsable, comprometida con el medio ambiente, el desarrollo social y la ética empresarial. La transparencia institucional, el diálogo entre generaciones y la formación de jóvenes líderes y empresarios son pilares para una Argentina industrial moderna.”