La situación del dólar experimenta un recrudecimiento tras la reunión entre Javier Milei y Donald Trump, la cual no satisfizo las expectativas previas. La ausencia de comunicados específicos y la condición impuesta por el mandatario estadounidense para el auxilio financiero, supeditada al resultado de las próximas elecciones, ha generado inquietud entre los inversionistas. En consecuencia, la presión alcista sobre el tipo de cambio oficial persiste este miércoles.
El dólar mayorista incrementó su valor en un 2,2%, alcanzando los $1.390, mientras que el dólar minorista supera los $1.400 para la venta en el Banco Nación. Las pantallas de la principal entidad financiera pública del país muestran un avance del 2,2%, ubicándose en $1.415. El promedio de las entidades financieras relevadas por el BCRA ya se sitúa en $1.415,09.
Será crucial observar si la presión alcista se modera en las próximas horas o si, en caso de persistir, el Tesoro de EEUU interviene nuevamente mediante la compra de pesos, tal como ocurrió el jueves pasado.
Es innegable que el tropiezo de la reunión bilateral, que el Gobierno buscará compensar con futuros anuncios o señales, se suma a las ya existentes incertidumbres sobre el futuro del esquema cambiario después de las elecciones del 26 de octubre. A pesar de que el ministro Luis Caputo ha ratificado la continuidad del actual esquema de bandas, el sector financiero percibe un escenario incierto. Por ejemplo, desde Wall Street, el banco Morgan Stanley ha esbozado tres posibles escenarios para el dólar post-comicios: todos incluyen un ajuste cambiario, y el más optimista proyecta la divisa en $1.700 para fin de año.
Por consiguiente, tras el repunte de este martes, los valores de los contratos de dólar futuro mantienen su tendencia alcista este miércoles, aunque aún distan de los niveles alcanzados antes del inicio de la intervención directa del Tesoro de EEUU. Actualmente, el contrato a fin de año “cotiza” un tipo de cambio mayorista de $1.539.
Paralelamente, el dólar blue también experimenta un recalentamiento. La divisa informal se comercializa a $1.455, según un sondeo de Ámbito en las casas de cambio de la ciudad de Buenos Aires. Esto representa un incremento de $35 respecto al cierre del martes.
En contraste, los dólares financieros operan con relativa estabilidad, luego de registrar un salto de hasta 3,2% como reacción inicial a las declaraciones de Trump. El dólar MEP cotiza a $1.452 y el contado con liquidación (CCL), a $1.481.
El dólar y la volatilidad preelectoral
Previo a la intervención del Tesoro de EEUU, la expectativa de una devaluación posterior a las elecciones era prácticamente un consenso de mercado. No obstante, la venta de dólares por parte del organismo a cargo de Scott Bessent, y el hecho de que incluso abrió una cuenta para operar en el mercado de futuros, ha sembrado la duda sobre la posibilidad de una devaluación después del 26 de octubre.
“En términos coloquiales, pocos desearían ‘enfrentarse’ al Tesoro del país emisor de la moneda. Sin embargo, es difícil concebir que la asistencia de Washington tenga como objetivo primordial el retraso del tipo de cambio. Es oportuno recordar que el Fondo Monetario Internacional solicitó al país la adquisición de reservas, lo que sugiere que el nivel actual del tipo de cambio podría ser transitorio”, detalló el analista y asesor financiero Mariano Monferini.
“En este sentido, no sería inusual que en los meses posteriores a los comicios se observe algún ajuste en el tipo de cambio oficial. Para los inversores, dolarizarse a los precios actuales (aproximadamente $1.400) podría constituir una estrategia prudente en búsqueda de cobertura”, añadió.
Por su parte, Pedro Moreyra, director de Guardián Capital, señaló que el ministro de Economía Luis Caputo descartó una dolarización, ratificó la continuidad del esquema de bandas y destacó que EEUU seguirá adquiriendo pesos, bonos y futuros, lo que brindará apoyo a la liquidez y al crédito empresarial.
Por lo tanto, “para perfiles conservadores, puede ser aconsejable resguardarse en divisa extranjera y activos de menor riesgo, como los corporativos”.