Robin Brooks sostuvo que la victoria de La Libertad Avanza ofrece una oportunidad para implementar la flotación del peso. Cuestionó la política cambiaria del Gobierno, advirtiendo que la sobrevaluación de la moneda “solo agravará la crisis”.
En un análisis posterior a los comicios, Brooks afirmó que el triunfo de Milei debería constituir un punto de inflexión. “Argentina debe romper con su historial y permitir la libre flotación del peso. Todo indica que no se avanzará en ese sentido”, señaló el economista, actualmente investigador senior en la Brookings Institution.
El exfuncionario del Fondo Monetario Internacional advirtió que los últimos meses revelaron “una grave crisis con fuga de capitales”, indicativo de una sobrevaluación del peso, y consideró que los defensores del tipo de cambio fijo “ignoran que la prima de riesgo solo emerge ante un desalineamiento fundamental”. “Este es el momento idóneo para rectificar la situación”, insistió.
A su juicio, los argentinos “votaron con sus acciones” mediante el retiro de capitales y el gasto en el exterior, mientras los flujos internacionales hacia mercados emergentes se mantuvieron robustos, “excepto en Argentina”. Por consiguiente, recomendó avanzar hacia una flotación total del peso, la independencia del Banco Central y el abandono de los esquemas de fijación cambiaria que, según él, “siempre culminan en devaluaciones abruptas”.
“Argentina debería emular el camino del resto de América Latina. Si no lo hace ahora, está condenada a reincidir en los mismos errores”, añadió Brooks.
Además, el consultor criticó a quienes sostenían que la depreciación de la moneda nacional se debía al riesgo de que una fuerza opositora al oficialismo nacional obtuviera el triunfo. En primer lugar, señaló que “desde el punto de vista conceptual es imposible disociar la prima de riesgo de la sobrevaluación, ya que la prima solo surge como catalizador si existe un desalineamiento fundamental y, en este caso, el hecho de que el peso cayera en la antesala electoral corrobora la tesis de su sobrevaluación”.
“En segundo lugar, los propios argentinos parecen coincidir con la percepción de la sobrevaluación del peso. De ahí la fuga de capitales previa a las elecciones y la preferencia de muchos argentinos, incentivados por los elevados precios locales, por realizar sus compras en el exterior. Si bien existen numerosas razones para dudar de los modelos de valoración de monedas, en este episodio los argentinos expresaron su voluntad con sus acciones. En tercer lugar, en los últimos meses los flujos de capital hacia mercados emergentes fueron muy significativos, pero no hacia Argentina; el mercado internacional también parece coincidir en que el peso está sobrevaluado”, agregó.
Y concluyó: “Se habría evitado una considerable cantidad de tiempo y preocupación en las últimas semanas si el país se hubiera liberado de la incertidumbre sobre una posible devaluación. Argentina debería seguir el sendero del resto de América Latina, otorgar plena independencia a su banco central y permitir la flotación de su moneda. Si esto no ocurre ahora, el país está condenado a repetir constantemente el mismo error”.
Luis Caputo ya había tenido un altercado con Robin Brooks.
No es la primera vez que el economista estadounidense genera controversias con el ministro de Economía, Luis Caputo. En 2024, tras pronosticar una devaluación “inevitable”, Brooks fue severamente cuestionado por el funcionario. “Si fuera un gurú, trabajaría en Wall Street y no en el IIF emitiendo opiniones”, ironizó Caputo en redes sociales.
Brooks, no obstante, posee una dilatada trayectoria en los mercados internacionales: fue estratega de monedas en Goldman Sachs y Brevan Howard, además de economista jefe del Institute of International Finance (IIF). Actualmente, investiga políticas macroeconómicas y financieras en la Brookings Institution, donde mantiene su postura crítica hacia los controles cambiarios argentinos.









