Los rumores acerca de que el gobierno de Javier Milei estaría preparando el retorno de Argentina a los mercados internacionales de deuda para principios de 2026 han evocado la última ocasión en que el país recurrió al mercado internacional de deuda para honrar sus compromisos financieros.
Este suceso tuvo lugar durante la presidencia de Mauricio Macri, una gestión que también contó con la participación de Luis Caputo en el gabinete, aunque en aquel momento se desempeñaba como titular del extinto Ministerio de Finanzas.
La operación se inició en abril de 2016, con la colocación de deuda pública por un monto de u$s16.000 millones. Esta constituyó la primera emisión de deuda externa desde el cierre de los mercados para Argentina tras el default ocurrido durante la crisis de 2001. En ese instante, el riesgo país se situó en aproximadamente 450 puntos básicos.
Durante los subsiguientes tres años, esta tendencia se acentuó. Al asumir Macri, la deuda externa bruta se ubicaba en u$s157.792 millones. Hacia 2018, dicho monto se incrementó hasta alcanzar los u$s277.921 millones, lo que representa un aumento de u$s 120.129 millones (+76%).
No obstante, a partir de ese momento la situación cambiaría para la administración de Cambiemos. En 2018, el colapso de la moneda de Turquía obstaculizó el crédito internacional hacia países emergentes, interrumpiendo el acceso de Argentina a los mercados internacionales.
Ante la imposibilidad de repagar la deuda, Macri solicitó el histórico préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI), el de mayor magnitud en la trayectoria del organismo.









