El presidente de Goldman Sachs Group, John Waldron, ha puesto de manifiesto el riesgo creciente asociado al crédito de alto riesgo (subprime) dentro de la economía estadounidense. Los analistas han interpretado las advertencias del ejecutivo como una “invitación a la cautela” en un contexto en el que la morosidad en dicho sector ha experimentado un reciente incremento, suscitando inquietudes ante un posible paralelismo con la crisis financiera de 2008.
“Estimo que el mercado podría experimentar un retroceso adicional a partir de este punto”, indicó Waldron en una entrevista concedida este miércoles. “Considero que los factores técnicos sugieren una mayor propensión a la protección y un riesgo a la baja más pronunciado”, argumentó.
“Estamos observando una corrección en los mercados, lo cual considero saludable. Han avanzado considerablemente este año”, reconoció. Adicionalmente, aseguró que los inversores se encuentran preparados para correcciones en el mercado, especialmente tras la divulgación del balance trimestral del gigante tecnológico Nvidia.
Al ser consultado sobre los riesgos crediticios, Waldron centró su atención en el mercado subprime, es decir, el de alto riesgo. “A mi juicio, el segmento más vulnerable de la economía es el consumidor con menor poder adquisitivo, y se ha otorgado una cantidad significativa de crédito en los tramos de alto riesgo”, afirmó a Bloomberg Television.
Asimismo, aseveró que los estándares de concesión han comenzado a deteriorarse, si bien matizó que esto no implica necesariamente una crisis crediticia. “Si la economía mantiene su solidez, los mercados de crédito se mantendrán estables”, puntualizó.
Las “señales de alerta” en el crédito subprime
Las declaraciones de Waldron se produjeron poco después de la difusión de un dato que Goldman Sachs viene advirtiendo desde hace semanas: las dificultades en los créditos subprime en el sector automotor. Fitch Ratings alertó en uno de sus informes más recientes que la tasa de impago (defaults) en préstamos de alto riesgo para la adquisición de vehículos ha alcanzado su nivel más alto en al menos 30 años.
La agencia calificadora señaló que un 6,65% de los préstamos a clientes dentro de la categoría subprime ya se encuentran en situación de impago. Además, el porcentaje de ciudadanos estadounidenses incluidos en esta categoría ha aumentado un 0,5% en el último año, representando ya el 14,4% de la población.
Hace un mes, el colapso de la empresa de préstamos automotrices Tricolor Holdings y de la autopartista First Brands encendió las alarmas. En aquel momento, el CEO de J. P. Morgan, Jaime Dimon, se mostró prudente y manifestó que tenía “las antenas en alerta”, añadiendo: “Cuando se detecta una señal, es probable que haya más”.
Ecos del pasado
En diálogo con [medio no especificado en el texto original], el economista de Pepperstone, Felipe Barragán, sostuvo que los comentarios de Waldron “resuenan como un eco inquietante del pasado” y que “su preocupación no es abstracta”, sino “un llamado a la cautela”.
“En un contexto de corrección bursátil, ha indicado que los inversores deben monitorear de cerca los préstamos subprime, donde los estándares de suscripción han comenzado a erosionarse, evocando paralelos con la crisis de 2008”, argumentó.
Subrayó que los préstamos subprime, “especialmente en el ámbito de las hipotecas, albergan riesgos multifacéticos que podrían amplificar una desaceleración económica en 2025”. Explicó que “uno de los principales problemas radica en el auge del crédito privado, que ha incrementado el mercado a más de u$s5.000 millones, con elevadas exposiciones al segmento subprime”.
Barragán citó informes de la Administración Federal de Vivienda de EEUU (FHA) donde se detalla que el promedio de deuda sobre ingreso (DTI, por sus siglas en inglés) en préstamos de compra asegurados por la agencia superó el 45% en el último ejercicio, “lo que sugiere un aumento en la carga de deuda de los nuevos prestatarios”.
Y añadió: “Esta tendencia, impulsada por hipotecas ajustables (ARMs) que ofrecen tasas iniciales bajas pero variables, podría volverse perjudicial si las tasas de interés se mantienen elevadas o si una recesión afecta el empleo”.
Riesgos y oportunidades
No se trata del único experto que ha mencionado riesgos potenciales en ese sector. El economista experto en mercados internacionales de Adcap Grupo Financiero, Jorge Ángel Harker, aludió a esa posibilidad en una intervención reciente.
Aunque mencionó que “la morosidad de los créditos en términos generales se mantiene en niveles manejables”, también destacó que en el sector automotor se “están superando los niveles de la pandemia y acercándose peligrosamente al nivel de 2008”.
Además, comentó que “la capacidad de las familias para adquirir su primer hogar es cada vez más compleja: actualmente, destinan el 43% de sus ingresos al pago de la cuota hipotecaria, seguros e impuestos”.
No obstante, aportó un grado de optimismo. “Cuando surjan esas ‘señales de alerta’ que tanto preocupan a Jaime Dimon, la Reserva Federal estará dispuesta a reinyectar liquidez, lo que podría generar otro rally impresionante de los activos de riesgo”.









