Este viernes, la Justicia condenó a 4 años y 6 meses de prisión a Carlos Manuel Andrés por el ataque al playero en un estacionamiento del barrio porteño de Monserrat, ocurrido el 19 de noviembre de 2021.
Arturo López, la víctima, fue brutalmente golpeado luego ser increpado increpado por Andrés. Éste lo golpeó a traición luego de reclamarlepor la aparición de un rayón en uno de los laterales de su vehículo.
Al momento del violento episodio, el agresor era menor de edad y pasaron más de cinco meses para que se entregara a la Justicia. Desde aquel entonces se encontraba imputado y con prisión domiciliaria.
En las imágenes de una cámara de seguridad se observa cómo el agresor, acompañado por otros dos jóvenes y su madre, golpea de forma sorpresiva a López en el lado izquierdo de la cara. Ante esto el hombre cae, impacta fuertemente contra el suelo y queda inconsciente en el lugar.
Carlos Manuel A., quien ahora tiene 19 años pero cometió el hecho cuando tenía 17, fue hallado culpable bajo el sistema procesal juvenil de la Ciudad de Buenos Aires de “lesiones gravísimas”, delito por el que podría recibir hasta 10 años de prisión, de acuerdo con lo que está establecido en el artículo 91 del Código Penal.
es altamente probable que la pena esté muy por debajo de ese número e, incluso, podría obtener la absolución. El motivo: se trata de un hecho cometido siendo un menor de edad.
La explicación de los posibles caminos por los que podría optar el magistrado está en el Régimen Penal de la Minoridad, establecido en la Ley 22.278, y en la Convención de los Derechos del Niño, que prevén que en este juicio debe determinarse la necesidad de una pena en función de cuatro elementos: “las modalidades del hecho, los antecedentes del menor, el resultado del tratamiento tutelar y la impresión directa recogida por el juez”, tal como indicaron.
En ese sentido, precisaron que, a pesar de que en el juicio de noviembre de 2022, lo hallaron responsable penal del delito que le imputaron, por ser menor de edad -al momento del hecho ahora- podría ser absuelto en función de esos elementos.
En caso de que el juez Villanueva opte por aplicarle una condena, las fuentes explicaron que “deberá reducirse a la escala de la tentativa”. Esto supone que para el delito de lesiones gravísimas, cuya pena en abstracto va de 3 a 10 años de prisión, en el caso del joven agresor el magistrado sólo podrá optar por un monto dentro de una escala reducida, que se ubicaría entre 1 año y medio como mínimo hasta 6 años y 8 meses de cárcel como máximo.
Florencia López, la hija del playero atacado en noviembre de 2021, aseguró durante una de las jornadas de debate que su padre “tiene una condena de por vida” a raíz de las “secuelas irreversibles” que le causó la golpiza. ”Pasa el tiempo y mi papá es el único que tiene una condena de por vida. El panorama parece más desalentador, ya pasé muchas instancias. Me queda esperar y que el juez decida”, sostuvo Florencia. ”Yo espero que terminé ya. Yo no espero un pedido de disculpas, no me hace falta ni lo necesito ni me parecería genuino”, añadió la joven, quien reiteró que busca que “haya justicia” por su papá.
La agresión a Arturo ocurrió el viernes 19 de noviembre del 2021, cerca de las 17, en el garaje de la calle Moreno al 800, después de que la víctima fuera increpada por un adolescente que, según testigos, le reclamaba por un rayón que tenía su vehículo
En las imágenes de la cámara de seguridad que se difundieron se observa cómo el agresor, acompañado por otros dos jóvenes y su madre, golpea de forma sorpresiva a López en el lado izquierdo de la cara, por lo que el hombre cae e impacta fuertemente contra el suelo, tras lo cual queda inconsciente en el lugar. Luego del ataque, el joven estuvo casi cinco meses prófugo hasta que se presentó ante la Justicia el 29 de abril de manera espontánea en la División Enlace Institutos Alojamiento de Menores.
A casi dos años del hecho, López padece graves secuelas: tiene dificultad en el habla, la comprensión y problemas motrices. “Hace un mes, aproximadamente, estuvo internado una semana en terapia intensiva. Ahora, regresó a la casa y sigue con la rehabilitación diaria, ya que va todos los días a la clínica. Su evolución iba bastante bien, pero después de esa nueva internación hizo un retroceso importante”, contó laex mujer de Arturo.
“Para mis hijas esto marcó un antes y un después. No pueden contar más con el padre: ahora son ellas las que se tienen que ocupar de él. Sabemos que esta es una lucha que vamos a tener de por vida porque la demanda es constante. Arturo necesita cuidadores las 24 horas del día: la demanda es constante y va a ser así siempre”