La última reunión del PRO del año se desarrolló este viernes desde las 10 hasta las 13.30, en medio de las tensiones que viene cosechando con el Gobierno. El expresidente Mauricio Macri encabezó el evento, llevado adelante en el Hotel Abasto, dentro del barrio porteño de Balvanera, a fin de poner en la mesa: las relaciones entre ambos bandos en las dos cámaras, sumado a la proyección que se tiene en torno a las elecciones 2025.
La diputada nacional María Eugenia Vidal, presidenta de la Fundación Pensar, dio inicio con un discurso. Los focos inevitablemente se pusieron sobre la expulsión del Senado al senador peronista Edgardo Kueider, quien se encuentra detenido en Paraguay tras haber ingresado más de 200 mil dólares no declarados.
El partido de Macri ayer buscaba una suspensión sin goce de sueldo hasta que se esclarezca lo ocurrido, tal como era el plan del oficialismo; no obstante, las reglas del juego cambiaron a último momento: este sector amarillo quedó aislado y la mayoria decidio echarlo (entre ellos 4 senadores suyos). Y es que el Gobierno, inicialmente, también optaba por una suspensión para evitar que la banca de Kueider caiga en manos de una camporista, pero después decidió expulsarlo para mostrar una victoria parlamentaria.
Desde el PRO lanzaron un lapidario comunicado frente a lo ocurrido: “El procedimiento correcto era seguir el camino institucional de suspensión sin goce de sueldo y desafuero, solicitado por la jueza Sandra Arroyo Salgado. Este procedimiento, que respeta e debido proceso, requiere un trámite, por lo menos, similar al aplicado en la Cámara de Diputados en el caso De Vido durante de gobierno de Juntos por el Cambio”.
Este trámite consiste en girar el expediente del desafuero, otorgar un plazo mínimo para el derecho a defensa y proceder a la suspensión del legislador. De forma alternativa, podría optarse por la expulsión siguiendo el mismo procedimiento.
“En el PRO somos coherentes y respetamos las normas para evitar impugnaciones judiciales. El peor escenario es que un acto de corrupción quede impune por la violación de los procesos legales. Resulta llamativo que quienes se oponían a impedir que un condenado en segunda instancia fuera candidato hoy expulsen sin el minimo debido proceso a un senador (Edgardo Kueider) mientras protegen a otro (Oscar Parrili)”, añade el comunicado.
Para cerrar, el escrito dispara: “Esto demuestra, una vez más, que como hemos sostenido siempre desde el PRO, no existe acuerdo alguno con el kirchnerismo que pase el más mínimo filtro republicano. Seguiremos defendiendo los valores de la institucionalidad, la justicia y la transparencia como lo hicimos desde nuestra irrupción en la política argentina, hace más de 20 años”.
Además, antes del inicio del evento, Vidal analizó lo ocurrido: “A la corrupción intolerable que los ciudadanos no queremos más, porque no somos todos lo mismo, se mezcla la especulación. El objetivo del kirchnerismo a los que fueron funcionales todos los que votaron como ellos, fue tener una senadora camporista en el Senado, porque Kueider ya no les respondia”.
El cierre se dio pasado el mediodía con un discurso de Macri. Habló de una propuesta electoral distinta para el 2025, se separó algo del Gobierno, elogió sus logros económicos pero aseguró que aún Milei no tiene una base consolidada.