Las muertes de adultos de entre 30 y 59 años subieron 7 puntos hasta un 27% en los últimos tres meses. Sus tratamientos suelen durar más tiempo, lo que complica la ocupación hospitalaria.
El coronavirus, que inicialmente causó estragos en la población de edad avanzada, empieza a ensañarse con los más jóvenes.
“Estamos viendo una prevalencia de pacientes más jóvenes, sin comorbilidades, internados con cuadros muy graves”, dice Sztajnbok, supervisor de la unidad. “Parece una situación frecuente en todas las UCI de Brasil”, agrega el médico de 55 años.
Esa parece ser la principal diferencia de esta segunda ola de una pandemia que desde febrero de 2020 ya ha dejado más de 300 mil muertos y contagiado a casi 12 millones de personas, unos balances superados solo por Estados Unidos a nivel mundial.