“Estamos impresionados con lo que hace la enfermedad en jóvenes sin comorbilidades”, agregó el jefe de terapia intensiva del sanatorio privado Otamendi y miembro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, y sostuvo que “no se puede confiar en la vacunación como única estrategia”.
El jefe de terapia intensiva del sanatorio privado Otamendi y miembro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), Arnaldo Dubin, pidió “restricciones más fuertes como volver a la Fase 1” para mitigar la segunda ola de coronavirus, ya que, según aseguró “la situación es verdaderamente dramática”.
“Tenemos un sistema de salud absolutamente colapsado; no especulemos con 2 o 3 camas libres; la situación es verdaderamente dramática“, dijo el médico, quien aclaró que sus opiniones son a título personal y no representan a ninguna entidad.
Dubin explicó que en la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, los contagios crecieron 17% en la última semana.
“Esta catástrofe sanitaria puede ser mucho mayor, por eso lo único que podemos hacer para intentar minimizarla es recurrir a restricciones mucho más fuertes, como una Fase 1, quizás preservando alguna actividad económica y esenciales”, apuntó en declaraciones a El Destape Radio.
El intensivista aseveró que “si pensamos que no podemos ir a restricciones más severas, blanqueemos la situación y digamos que lo vamos a pagar con miles de muertos más”, y consideró que el Presidente “se equivoca al decir que no hay que volver a Fase 1”.
Sobre las restricciones dispuestas para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que incluyen la Ciudad y el conurbano bonaerense, que vencen el próximo viernes, aseguró que “tuvieron un éxito inicial pero ahora eso se revirtió”.
Respecto a la edad de los pacientes, Dubin refirió que el efecto de la vacunación tuvo muy buenos resultados en bajar el impacto de la enfermedad en adultos mayores, pero advirtió que “hay pacientes más jóvenes en terapia intensiva” y detalló que “15 embarazadas fallecieron por Covid-19 en la provincia de Buenos Aires”.
“Estamos impresionados con lo que hace la enfermedad en jóvenes sin comorbilidades”, afirmó y sostuvo que “no se puede confiar en la vacunación como única estrategia”.
En ese sentido, dijo que “faltan muchos meses para que tengamos un porcentaje de la población vacunada que permita una inmunidad que modifique otras barreras” y volvió a reforzar la idea de que “en este momento, lo único que podemos hacer son restricciones”.