La posibilidad de comprar en cuotas, con o sin interés, es un fuerte atractivo para los consumidores en épocas de alta inflación. Contrasta con la caída en la demanda de alimentos
El plan “Ahora 12″es el gran responsable de sostener el consumo en medio de una inflación acelerada y la caída del salario. Según datos del el ministerio de Desarrollo Productivo, en abril las ventas en términos constantes subieron un 40% interanual a través de este programa respecto al mismo mes del 2021. Eso significa que una proporción creciente de las compras se realiza a través del pago en cuotas, que según la promoción puede ser con o sin interés.
La facturación de ventas canalizadas a través del “Ahora 12″ llegó el mes pasado a los $126.500 millones. De acuerdo al relevamiento efectuado por el organismo que conduce Matías Kulfas, los siete rubros del programa tuvieron fuertes aumentos y sólo muebles se ubicó por debajo de los niveles de 2020 a precios constantes.
Uno de los sectores más beneficiados fue el de prendas de vestir y calzado, que subió 14,1% frente a marzo y nada menos que 87,5% respecto al mismo mes del 2021. Paradójicamente, se trata del rubro de los que mide el Indec que más aumento de precios registró en el último año, nada menos que 73%, muy por encima de la inflación acumulada en los últimos doce meses (58%).
La aceleración inflacionaria impactó negativamente en la venta de alimentos y bebidas, complicando aún más a los sectores vulnerables. Sin embargo, los bienes durables y el turismo se sostienen con la ayuda del programa “Ahora 12″ y las compras en cuotas, con la expectativa de una licuación por la elevada inflación
Se trata de una muestra respecto al funcionamiento del programa “Ahora 12″. Los consumidores buscan eludir el efecto de la inflación comprando en cuotas, con la esperanza que las últimas terminen licuándose. En el caso de la vestimenta, la mayoría de las promociones son en 12 cuotas sin interés, lo que potencia este efecto. De esta forma, el comprador no repara tanto en el precio como en la cuota que deberá pagar por mes.
Otros sectores con desempeños destacados frente a 2021 y 2020 fueron turismo y deportes, que se expandió 385,1%, juguetes (36,6% de suba en términos reales contra 2021) y transporte, con un aumento de 33,7% contra 2021. Por su parte, el rubro electrodomésticos creció 40,5% frente a 2021. El segmento muebles, accesorios y alfombras tuvo un desempeño más moderado en la comparación interanual (+3,2%) y fue el único que cayó en la comparación contra 2020, con una merma de 4,2%. En este caso se trata de un claro efecto “post pandemia”.
La posibilidad de comprar en cuotas, por lo tanto, impulsa a muchos sectores que de otra forma estarían mucho más complicados para vender, ante la ausencia de otras opciones de crédito. Se trata, por otra parte, de un comportamiento típico en períodos de alta inflación. El público busca protegerse a través de la compra de bienes en cuotas y logra sostener el consumo por más tiempo. Sin embargo, a medida que los ingresos se van quedando atrás de la inflación, esta dinámica se vuelve mucho más complicada de sostener.
La tasa de interés implícita en las cuotas (en el caso que se trata de la modalidad “con interés”) no llega al 20% para el plazo de 12 meses, sustancialmente más baja que la inflación esperada, que ya se acerca al 70% anual. Por lo tanto, siempre que se ofrezca la posibilidad es mucho más conveniente realizar la compra utilizando el Ahora 12.
La facturación de ventas canalizadas a través del “Ahora 12″ llegó el mes pasado a los $126.500 millones
Además, también hay productos que se pueden comprar en 24 cuotas, donde los beneficios son aún mayores, entre ellos muebles para el hogar, bicicletas, computadoras, notebooks y tablets de fabricación nacional, televisores, pequeños electrodomésticos y materiales para la construcción.
El contraste sigue siendo la caída en la demanda por alimentos y bebidas. Las cuotas que ofrecen los supermercados, por ejemplo, están por afuera del programa y son sustancialmente más altas que el Ahora 12. Las caídas de ventas que ya está reflejando el Indec en este segmento desde marzo muestran la caída del consumo de bienes que conforman la canasta alimentaria.