La sequía golpeó los ingresos del Estado, mientras los gastos siguieron a su ritmo. El Banco Central tuvo que imprimir más de lo pactado para cubrir el bache fiscal y, así, incumplió la meta de emisión monetaria.
ElBanco Central (BCRA) volvió a girarle pesos al Tesoro y la meta de financiamiento monetario pactada con el FMI quedó definitivamente incumplida: el Gobierno la superó por $300.000 millones, un 80% más de lo pautado. Así, el equipo de Sergio Massa añadió otro punto de discusión a las conversaciones con el FMI para recalibrar el acuerdo.
De acuerdo con el entendimiento, la autoridad monetaria podía emitir $372.000 millones en el primer semestre de este año con el objetivo de ayudar al Tesoro a cerrar el bache fiscal. Luego de realizar dos giros en los últimos días, la meta quedó definitivamente archivada. El BCRA ya inyectó $670.000 millones y todavía queda un mes y medio del semestre en cuestión.
Para mayor complejidad, el sexto mes del año habitualmente se incrementa el gasto y, por ende, tiene un déficit más alto que los precedentes, impulsado por el pago de aguinaldos a empleados públicos y jubilados, entre otros.
Según el cronograma previsto, el Gobierno tenía que presentar los números del segundo semestre sobre finales de junio o principios de julio. El FMI debía aprobarlos y luego activar los desembolsos. Además de incumplir la meta de emisión monetaria, está casi descontado que la Argentina tampoco podrá lograr el objetivo de acumulación de reservas del primer semestre.
Teniendo eso en cuenta, el ministerio de Economía informó que habrá una “reconfiguración del acuerdo” a causa de la sequía. Por el momento, las conversaciones son virtuales y no hay precisiones sobre cuándo llegarán los anuncios concretos. El objetivo del Gobierno es lograr que el organismo multilateral perdone los incumplimientos en el marco de la sequía y, a la vez, acceda a anticipar los desembolsos previstos para el resto del año.
Los envíos de pesos al Tesoro se aceleraron en las últimas semanas, ya que el BCRA inyectó $150.000 millones el 9 de mayo y otros monto idéntico el 11 de ese mes. Eso se sumó a los $140.000 millones que había envíado al Tesoro el 4 de este mes. En abril y marzo había hecho otros dos giros, de $100.000 millones y $130.000 millones, respectivamente.
Según el análisis de Portfolio Personal Inversiones (PPI) la aceleración en las transferencias al Tesoro está relacionada con “un déficit primario que parece haberse salido de cauce” por la sequía. “De los $440.000 millones recibidos por el Tesoro en lo que va de mayo sólo $100.200 millones fueron utilizados para comprarle divisas al BCRA (US$444 millones) para afrontar pago de intereses, quedando $339.800 atribuibles al déficit primario (0,23% del PBI)”, indicaron los especialistas de la casa de Bolsa.
“El detrás de escena no es difícil de imaginar: un gasto primario corriendo en mayo en línea con su estacionalidad sin ajustes sustanciales (-5,5% real en primer trimestre) e ingresos por retenciones desplomándose por la sequía”, apuntaron los analistas de PPI.