El candidato presidencial de la Libertad Avanza anunció quién encabezará el organismo monetario y anticipó qué hará cuando asuma. “Emilio Ocampo va a ser el presidente del Banco Central y lo va a cerrar”, dijo Javier Milei
“Está feliz de la vida”, expresó Milei y luego detalló que si gana habrá que “desarmar las Leliqs y desarmar la base (monetaria), que te puede demandar 3 meses y lo que tiene que ver con la base (monetaria) demanda más tiempo, porque tiene que ver con las transacciones que vos hacés”.
este experto en Finanzas que escribió el libro “Dolarización, una solución para la Argentina”, con Nicolás Cachanosky y participó en el canje de la deuda argentina en 2010 desde el sector privado, había afirmado:
– “Los argentinos tienen más de USD 200.000 millones guardados. Cuando ese dinero entre en circulación, por ejemplo para pagar impuestos, automáticamente el Estado tendrá divisas disponibles para avanzar con el proceso”.
– “Nuestro cálculo es que en 16 meses todos los pesos se canjearán por dólares. Será un proceso paulatino, como sucedió en Ecuador que llevó un total de 9 meses”, agrega el especialista. Por otra parte, los depósitos y créditos bancarios también pasarían a estar nominados en moneda extranjera”.
“La experiencia de Ecuador es que la gente recupera rápidamente la confianza en el sistema. En ese país a los pocos meses aumentaron 30% los depósitos, aun cuando venían de un período de quiebras de instituciones bancarias”.
“Hilando fino, el proceso dolarizador tendría además algunas particularidades: como es inviable importar monedas, los billetes de pesos de menor denominación se mantendrían para el cambio. Por ejemplo, la moneda de un cuarto de dólar sería reemplazada por el billete de 200 pesos”.
“La única manera de bajar la inflación en un país como la Argentina es dolarizando. Por eso, Milei tendría tiempo para completar el proceso hasta mayo de 2025, antes de las elecciones legislativas. De esta forma podría apuntar a una rápida estabilidad de los precios. En Ecuador tardó un poco más porque hubo una devaluación al arrancar el proceso, que aquí no sería necesario”.
“No hay una receta única para dolarizar. Nosotros proponemos cuál puede ser el modelo para Argentina, que además es la única manera de cortar con la inflación, que se acelera cada vez más”.
“El populismo nos dejó en una situación tal que no podemos hacer lo que hacen nuestros vecinos. Un Banco Central independiente y que actúe de manera óptima en la Argentina es una quimera. El Poder Ejecutivo se lleva por delante las leyes, y con anomia institucional es imposible tener una moneda de buena calidad.”
“Partiendo de ese supuesto, de que es imposible o improbable que haya Banco Central independiente, no nos quedan muchas variantes. En 1985, el plan Austral eran un buen programa desde lo técnico, pero no se cumplió el ajuste fiscal. En 1989 vino Carlos Menem, intentó estabilizar con plan Bunge & Born, que era más de lo mismo, y fracasó. Ese año tuvimos dos hiperinflaciones. Luego se intentó el Plan Bonex, que debía hacerse junto con la convertibilidad, pero el ministro de Economía de ese momento (Erman González) se opuso y tardamos 18 meses más en llegar a la Convertibilidad, que fue lo más exitoso que tuvimos”.
“No nos quedan muchas herramientas. Hay que hacer una reforma monetaria, el peso ya no existe. Hay que crear moneda nueva o adoptar otra, y la realidad es que los argentinos ya adoptaron el dólar. La inflación en dólares desde 2002 ha sido cero, porque el dólar aumentó igual que la tasa de inflación”, explicó.
“La dolarización es la reforma madre, la que nos lleva a la posibilidad de avanzar con otras reformas. Quienes dicen que antes hay que bajar el gasto, reducir el déficit, no entienden el problema. Hacer eso significa negociar presupuestos anuales en el Congreso y conseguir que la gente siga apoyando al gobierno. El proceso de reformas fiscales, laborales, impositivas tiene una dimensión temporal más larga. Eliminar la inflación permite que un gobierno votado, con apoyo, pueda avanzar en esas reformas. El fracaso de la Convertibilidad no se debió a que Brasil devaluó, sino a que Alfonsín y Duhalde no podían hacer política sin dinero blando y decidieron terminar con la convertibilidad. Si hubiésemos preservado la convertibilidad hoy estaríamos mucho mejor”
Se trata de un fuerte polemista, que defendió la idea tiempo atrás frente a dos importantes economistas de la Universidad de Chicago que la cuestionaron, entre muchos expertos que consideran que la Argentina debe hacer lo mismo que los otros países de la región. Entre ellos, los economistas que representan a los bancos internacionales.
Ocampo es miembro del Consejo Académico de la Fundación Libertad y Progreso en Buenos Aires. Ha dictado seminarios sobre historia y economía argentinas en la Diplomatura de Cultura Argentina en ESEADE, la Universidad Austral y CUDES. Entre 2016 y 2019 fue Senior Associate del Center for Strategic and International Studies en Washington D.C. En 2013 y 2014 fue profesor en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York.
“Previamente, entre 1990 y 2005, se dedicó a la banca de inversión ocupando funciones ejecutivas en Chase Manhattan, Salomon Brothers, Citigroup y Morgan Stanley en Nueva York y Londres. En 2006 regresó a la Argentina y desarrolló una intensa actividad como asesor financiero independiente”, según la web de la UCEMA, donde dicta clases este profesor que es licenciado en Economía de la UBA y tiene un MBA de la Universidad de Chicago.