El 22 de febrero del 2012, un tren de la línea Sarmiento, repleto de pasajeros en su mayoría trabajadores y estudiantes, chocó violentamente contra el andén en la estación de Once.
El impacto, provocado por la falta de mantenimiento de los equipos de frenado y la negligencia en la gestión ferroviaria, resultó en la pérdida de 51 vidas, un bebé por nacer y cientos de heridos.
Este jueves se cumplen 12 años de la tragedia, un hecho que dejó una profunda marca en la memoria del país. Se hicieron dos juicios en los que se condenaron a más de 20 funcionarios y directivos de la empresa ferroviaria. A pesar del paso del tiempo, el dolor de los sobrevivientes sigue latente. Todos los aniversarios se rinde homenaje a las víctimas, con velas y carteles con sus rostros, para renovar el pedido de “ju5t1cia”.
En total, murieron 52 pasajeros y 789 resultaron heridos. Entre las víctimas fatales había personas de distintas nacionalidades, un nene de 4 años y un bebé en gestación.
Con las pericias posteriores se determinó que algunos perdieron la vida por la violencia del impacto, mientras que otras fallecieron después de estar horas debajo de otros cuerpos, por lo que se terminaron asfixiando.
Ese fue el caso de Lucas Menghini Rey, quien fue encontrado entre los vagones 3 y 4, dos días después de la tragedia luego de una intensa búsqueda y con ayuda de las imágenes de las cámaras de seguridad. Tenía 20 años y fue el último cuerpo en ser rescatado.