“No hay nada que le guste más a Cristina que hablar en código”, se regodea un intendente del conurbano que habló con la vicepresidenta en los últimos días. Se refiere así al discurso que dio la exmandataria en Viedma y en el que mencionó a dos nombres propios: el del ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, y el de su par de Economía, Sergio Massa.
Aunque nadie puede vaticinar qué jugada electoral impulsará Cristina Kirchner -en turnos anteriores sorprendió incluso a su primer anillo- los actores del oficialismo especulan hoy en torno a dos escenarios principales: la entronización del ministro de Economía como candidato único o una PASO con De Pedro como el delfín de la vice.
“Si Cristina hace lo que hizo en 2015 y 2019 para acaparar electorado de centro, va a cerrar con Massa, pero eso puede significar que se desdibuje el kirchnerismo. Sino, puede apostar a que un K puro gane la PASO y así confirmarse como la jefa del peronismo, aunque luego difícilmente gane la elección”, especuló en los últimos días un funcionario que habla con todas las terminales del FDT.
Quienes creen en una y otra opción resaltan señales concretas de los últimos días. De un lado, un Massa que logra salvar su sociedad política con Cristina y La Cámpora, pese a las duras críticas del kirchnerismo a la situación económica. Del otro, un De Pedro que comenzó a armar un dispositivo de campaña.
El análisis omite varios asteriscos por despejar. Entre ellos si Alberto Fernández se bajará de la contienda y si Cristina se subirá de nuevo a la boleta como clama la militancia K. También, si ella hace un enroque y sube como candidato a presidente a Axel Kicillof, que hasta acá viene trabajando fuerte por su reelección en la provincia. O si aparece un “tapado” que convenza a la vice, como Daniel Scioli, que está muy decidido a participar y va tendiendo puentes con distintos actores, incluso con referentes muy cercanos a Cristina.
Clamor y protección
“Nosotros creemos que Cristina puede volver a ser la candidata. Después está claro que Massa es nuestro socio y es una opción. Y que Wado tiene que caminar y prepararse por si le toca”, sintetizó un dirigente que estuvo sentado el pasado miércoles en la mesa de Ensenada que reúne a los referentes del ultrakirchnerismo. Son los que organizan la campaña “Cristina 2023″, que tuvo su puntapié inicial en Avellaneda con un plenario de la militancia al que asistieron más de 15.000 personas.
Por instrucción de la vice, el grupo de Ensenada ahora llevará el clamor al interior del país, con actos que impliquen una demostración de fuerza K en las provincias. Cristina Kirchner mantiene viva la intriga sobre su figura. Se postule a algún cargo o no, le sirve para exhibir músculo en la interna y presionar para ser “la que diseñe” la estrategia electoral, como pidió Máximo Kirchner.
Al tiempo que sostiene el slogan “Cristina 2023″, la vicepresidenta mantiene protegido a Massa y fustiga y se despega de Fernández. “Esa pragmatismo para salvar a Massa hace pensar que hoy Sergio es su candidato potencial”, reflexionaba esta semana un alto funcionario del gobierno.
El líder del Frente Renovador exhorta a su equipo a decir que él no será candidato este año, pero también se ocupa especialmente de que su sociedad con el kirchnerismo se mantenga saludable. “Cristina pidió renegociar el acuerdo y La Cámpora pidió la moratoria previsional, Massa hizo las dos cosas”, resaltó un estrecho colaborador del ministro de Economía.
Un alto funcionario de la Casa Rosada se cuestionaba cómo sostener el plan Massa a la luz de la coyuntura económica. “En diciembre decíamos que si Sergio acomodaba la economía era el candidato, ahora parece que estamos más en momento de subsistencia. A veces parece que se nos queman los papeles”, dijo.
Cerca del tigrense buscan resaltar su potencial electoral: “Tampoco le pueden pedir que guste, cabecee y meta chilenas. Veníamos de gritar ‘a los botes’ y ahora hay un escenario abierto, porque el partido de las elecciones hoy está para jugarlo”.
Calentando motores
Atentos a la protección que el kirchnerismo despliega sobre Massa en lo discursivo, el equipo de De Pedro sigue haciendo ejercicios de precalentamiento para, eventualmente, entrar a la cancha electoral. Los colaboradores del funcionario dedicados a subirle el perfil público ya tienen un punto de reunión fuera de los despachos del ministerio, en un espacio ubicado en la calle Estados Unidos, en San Telmo. El dispositivo para lograr su instalación es cada vez más amplio.
“Wado está tranquilo y con la actitud de ocupar el lugar que decida el espacio. Se está preparando para cualquier escenario posible. Trabajamos en la instalación de una persona con un concepto, tampoco es que la política se termina en las próximas elecciones”, dijo una persona que conoce muy de cerca al ministro.
Desde hace tiempo que Wado trabaja para presentarse como una figura más digerible para el establishment. Ese camino es el que por momentos lo hace tropezar frente a la tropa K: cuando Cristina Kirchner lo nombró en Viedma, le envió un mensaje a los propios que venían castigando a De Pedro por la foto del ministro en Expoagro con el ejecutivo de Clarín Jorge Rendo. “Después de la foto le tiraron desde adentro pero él salió indemne porque ella lo levantó”, dijeron cerca del ministro.