El ministro de Seguridad bonaerense habló luego de la golpiza que recibió tras querer acercarse al lugar donde asesinaron al chofer Daniel Barrientos, y aseguró que la fuerza porteña provocó el caos.
Barrientos tenía 65 años y estaba a punto de jubilarse. En la madrugada del lunes se subió por última vez a la unidad 87 de la Línea 620 que manejaba en el Partido de La Matanza. En el cruce de las calles Cullen y Bernardino Escribano, en el barrio Vernazza de Virrey del Pino, cerca de las 4.30, dos personas subieron armadas. En el colectivo viajaba una mujer con su hija y otro hombre, agente de la Policía de la Ciudad que no estaba en funciones. La primera versión difundida por fuentes judiciales indicaba que el colectivero había muerto tras recibir un balazo en el pecho al quedar en medio de un tiroteo entre el policía de civil y los dos delincuentes.
Posteriormente, Berni declaró en un programa de televisión: “Si me preguntan cómo estoy, no estoy mal sino muy mal. El dolor es del alma, como cada vez que nos matan a un ciudadano de la provincia de Buenos Aires. El resto son golpes que en la vida uno está acostumbrado”. Además, afirmó que, a pesar de que le habían hecho una emboscada, huir no era una opción ya que no es su manera de afrontar los problemas de la gente.