La Cancillería argentina vive horas atípicas y de máxima tensión. Los diplomáticos de carrera están en pie de guerra con el Gobierno nacional por la nueva reglamentación de Ganancias que alcanza al adicional que cobran por sus sueldos en dólares cuando cumplen funciones en el exterior.
Mientras se sigue debatiendo la posibilidad de llamar a un paro histórico –nunca se convocó a una medida de fuerza de estas características en el Ministerio de Relaciones Exteriores- un gran grupo de embajadores está preparando una fuerte carta para presentarle a la canciller, Diana Mondino.
El documento, que está en etapa de preparación, busca hacerle llegar a Mondino la “preocupación respecto de la situación en la que se encuentra el Servicio Exterior de la Nación desde la publicación” de la nueva reglamentación del Impuesto a las Ganancias. Alerta, sobre todo, por el impacto que tendrá en los rangos más bajos del ministerio, principalmente los secretarios.
Tal como manifiesta el texto que los embajadores de carrera están preparando, se pide una “respuesta inmediata” por parte de las autoridades. Básicamente, pide una intervención de la propia Mondino para que interceda y negocia algún tipo de adenda a la nueva regulación impositiva. La propia canciller le manifestó a este medio que “el Impuesto a las Ganancias no es simpático, pero es necesario”, mostrando cierta reticencia a negociar un cambio.
Distintas fuentes diplomáticas aseguraron que planean entregarle la carta a la canciller en las próximas horas. Aunque no todos los embajadores de carrera adhirieron al reclamo –hasta el momento-, el documento contaría con el apoyo de funcionarios vinculados tanto al peronismo como al radicalismo, las dos grandes ramas políticas que también se cuelan dentro del Palacio San Martín.
El sueldo de los diplomáticos que trabajan en el exterior se compone del llamado “sueldo país” (el equivalente en dólares al salario en pesos que le corresponde por su cargo en la Argentina), más un coeficiente que establece las Naciones Unidas para equiparar el costo de vida en los distintos países.
En la actualidad, los miembros del servicio exterior ya pagan ganancias en la Argentina por el “sueldo país”. Con los cambios introducidos esta semana, ahora también estarán alcanzados por el impuesto en el tramo adicional correspondiente a la representación en el exterior.
A excepción de los embajadores, que tienen gran parte de sus gastos cubiertos, el resto de los diplomáticos tienen que hacerse cargo del pago de servicios, alquiler, escolaridad, movilidad interna y compras diarias. Calculan que Ganancias les sacará, en promedio, cerca de 2.500 dólares al sueldo y advierten que para quienes tengan hijos o familia les será muy difícil sostenerse en el exterior. Muchos de los cónyuges de los diplomáticos no pueden trabajar por falta de acuerdos entre países o, simplemente, por el hecho de una movilidad constante de un destino a otro.
Todos estos factores son los que los embajadores buscan plasmar en una carta inédita, concentrándose en el impacto que la nueva reglamentación tendrá tanto en el corto plazo como en el futuro de una diplomacia que está totalmente profesionalizada desde el momento en que los funcionarios de carrera sólo pueden ingresar después de acceder y cursar en el Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN).